
Durante la noche del Domingo 16 de Mayo de 1999 un bimotor Cessna 310, volado por narcotraficantes, tuvo que realizar un aterrizaje de ‘emergencia’ en el Aeropuerto Internacional La Aurora, en la Ciudad de Guatemala.
Durante la noche del Domingo 16 de Mayo de 1999 un bimotor Cessna 310, volado por narcotraficantes, tuvo que realizar un aterrizaje de ‘emergencia’ en el Aeropuerto Internacional La Aurora, en la Ciudad de Guatemala.
Un Aerospatiale 350B3, matrícula civil “TG-FHD” (C/N 7245) se estrelló hoy en el sector de Vista Hermosa, en Ciudad de Guatemala. Cerca de las 10:06 (14:06 UTC) el piloto, Joe Habie, reportó vibraciones en el helicóptero a la torre de La Aurora, y dos minutos después, con el aeropuerto a la vista, el piloto informó que “había perdido el rotor de cola.”
A principios de la década de los 30, Centroamérica se perfilaba como tierra fértil para empresas de servicios aéreos, al punto que parecía que en los Estados Unidos todo mundo quería enfilar hacia el Sur y hacerse de su pedazo del “pastel.” Fue así como un puñado de empresarios y oportunistas empezaron a visitar palacios y casas presidenciales con el fin de asegurar contratos para transportar cualquier cosa que cupiese en un avión. Y Guatemala no fue la excepción.
La foto que acompaña ésta entrada nos la comparte el amigo y piloto aviador Luis Carlos Samayoa, y forma parte de la colección de su señor padre, el Capitán Carlos Samayoa. La misma muestra un bimotor Beechcraft AT-11 Kansan, matrícula guatemalteca TG-CUS-C, luego de sufrir daños en el tren de aterrizaje mientras carreteaba para el despegue en la pista de la finca La Panchita, en las montañas de El Quiché. La foto fue tomada en el mes de Noviembre de 1963, durante un vuelo del Cap. Samayoa, al mando de un C-47 de Aviateca, a la mencionada pista. Lo triste del caso es que éste AT-11 ya nunca fue reparado y se quedó allí en La Panchita, hasta convertirse en chatarra.
Durante las últimas semanas he venido siguiendo con gran gusto el proceso de restauración del Vought F-4U-5N “FAH-609”, el legendario caza en el que el entonces Mayor Fernando Soto derribó tres aviones Salvadoreños durante la Guerra de las 100 Horas, en Julio de 1969. Tal restauración está siendo realizada bajo la coordinación de la Fundación Museo del Aire de Honduras, con la participación de seis mecánicos retirados, seis aerotécnicos de la Fuerza Aérea Hondureña y algunos estudiantes de la “Escuela de Capacitación de Mandos Intermedios” de la FAH.
Hace algunas semanas el editor de Arpia Publishing, Heinz Berger, tuvo a bien enviarme un ejemplar del excelente libro “Latin American Fighters: A History of Fighter Jets in Service with Latin American Air Arms” de mi amigo y colega historiador Iñigo Guevara.
El día de ayer (30 de Julio de 2012) me llegó finalmente un ejemplar –autografiado y con dedicatoria- del libro “Los Aviones de la Fuerza Aérea Hondureña” escrito por Jaime Güell Bográn, actualmente embajador de la República de Honduras en Costa Rica, quien está comprometido desde hace muchos años con la preservación de la historia de la aviación Catracha, al punto de ser uno de los miembros fundadores de la Fundación Museo del Aire de Honduras.